lunes, 16 de mayo de 2011

Mucha actitud; poca suerte.



El partido del sábado sirvió para que el equipo de Garcé demostrara que es un equipo al que no hay que subestimar y empezar, por qué no, a respetar un poco más. Independiente, equipo de Torneo Argentino B que utiliza los partidos del local para mantener el ritmo, llegó a la cancha de Gimnasia con el objetivo de llevarse un cómodo triunfo. Pero se sorprendió con el orden, la seguridad y sobre todo la actitud puesta de manifiesto por Deportivo Tandil. El planteo, defensivo a priori, estaba dando sus frutos ya que la visita no encontraba la manera de llegar con profundidad al ataque como lo hizo en todos sus anteriores partidos. Es más, sus jugadores de mejor pié, caso Maximiliano Villar, tenian que recurrir al "pelotazo" ya que no encontraban la manera de poner la pelota al piso para poder aplicar "su" fútbol. Pero a 10 minutos del final una jugada desafortunada provocó un gol en contra que le dio la posibilidad al equipo de Liggerini de conseguir lo que no pudo en todo el partido:vulnerar la defensa local. Ese gol provocó la bronca obvia de los jugadores del deportivo que a pesar de ello salió en busqueda del empate. Pero luego se desmoronó toda esperanza con el penal que Lucas Novelli vió al caer Artegaveytia dentro del área. Nadie lo tocó pero lamentablemente el único error que tuvo el árbitro fue justamente en la pena máxima para que Independiente pudiese cerrar el partido que vino a buscar con comodidad pero que consiguió tres puntos agónicos y con mucho sufrimiento.
EL próximo sábado tendrá otro rival aún más dificil los dirigidos por Garcé: Grupo Universitario. Pero sin dudas con otro respeto porque de a poco Dep. Tandil está encontrando el "equipo".

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